Internas en la UCR: Buscan correr a Macri del segundo tiempo

Luego de la prueba de Córdoba se jugaron las internas de la UCR en CABA y Buenos Aires. Martín Lousteau fue el protagonista en ambos distritos, copó en ciudad y peleó de cerca en provincia con su candidato Gustavo Posse. La sombra de Vidal tras la victoria ajustada de Maximiliano Abad, hombre de Daniel Salvador. El Senador nacional busca agrupar a los correligionarios descontentos para que el próximo armado de listas les de el protagonismo que Macri y Vidal ya les negaron en el pasado. Negri preocupado. ¿A qué juega Alfredo Cornejo?

El fin de semana pasado el debate de la escena política se lo llevaron las internas de la Unión Cívica Radical en territorio porteño y bonaerense. Luego de que una semana atrás el avispero radical se comenzara a mover con las elecciones del partido en la provincia de Córdoba, donde finalmente, con un resultado cerrado, ganó Marcos Carasso, el delfín de Mario Negri con el 51,5% de los votos.

En la provincia de Buenos Aires pasó algo similar. Los resultados también cerraron con 52% a 48% en favor del diputado provincial Maximiliano Abad, que compitió con el histórico dirigente del conurbano e intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

El debate en la UCR en términos nacionales esta fraccionado en dos mitades. Una representada en la figura de Mario Negri como emergente de la cumbre de Gualeguaychú en la que se ató el destino del partido a las decisiones de Mauricio Macri. La otra mitad busca despegarse del ex presidente y tras la derrota de 2019 suma voluntades. Martín Lousteau se esfuerza por representar a este último grupo y por eso brindó su apoyo a Posse en la interna bonaerense. Ambos juegan por sus carriles pensando el próximo cierre de listas a fin de junio.

Hacía mucho que la UCR no movilizaba tantos afiliados a votar. 105 mil en Buenos Aires y 24 mil en CABA que para la actualidad del partido y en contexto de pandemia son cifras nada despreciables.

La incursión de Lousteau en Buenos Aires y Córdoba -donde acompañó a Rodrigo de Loredo que perdió con el 48,5% de los votos- muestra la búsqueda de proyección nacional con su herramienta porteña que es el sello de Evolución.

En la ciudad está todo mucho más claro y no hay debate. Se presentaron tres listas, las dos que más votos sacaron, la ganadora del actual presidente Guillermo de Maya, y la que salió segunda de Daniel «Tano» Angelici, tienen terminal en Lousteau y suman el 90% de los votantes del último fin de semana.

En la provincia de Buenos Aires con la victoria de Abad hay tranquilidad en el sector oficialista que responde al ex vicegobernador Daniel Salvador, pero también en el vidalismo.

Es que uno de los principales socios que le quedan a la ex gobernadora María Eugenia Vidal en el territorio por fuera de lo que le ofreció Macri como plataforma de desarrollo es el radicalismo de Salvador, sobre todo con mucho peso en el interior de la Provincia. Y hoy con la distancia virtual que tiene Vidal con quien fuera su jefe político, el ex presidente, más que nunca necesita de esos socios que construyó por propio recorrido. Desde el entorno de Vidal afirman que la orden de «la leona» fue clara: no entrometerse en la interna radical -algo que se le cuestionó en el pasado- pero colaborar con lo que haga falta desde afuera para que gane Abad.

Genera tranquilidad la victoria, pero reconocen también que perdieron peso y volumen. En los resultados eso queda demostrado.

Ese abanico y hechos concretos hoy abren otras posibilidades y sociedades. Es posible un acuerdo de extracto PRO/UCR sin contar con Macri, Bullrich, Ernesto Sanz y Mario Negri. Hoy es ese el camino que intentan desandar figuras como Vidal y Lousteau. Por supuesto que esa búsqueda para Vidal tiene mucho más costo. Lousteau ya está acostumbrado a jugar de outsider.

Pero surge una tercera vía que expresa el presidente de la UCR a nivel nacional, el diputado Alfredo Cornejo, que en declaraciones a radio Continental el último sábado afirmó sobre el libro del ex presidente Macri que «si hay un segundo tiempo tiene que ser con otros jugadores». Es decir que desde la propia cúpula radical pro Macri, que hasta ahora venían en silencio, comienzan a abrirle el juego discursivo a quienes dentro del partido son críticos de lo que dejó ese modelo desde el 2016 para acá. En esa línea se expresa hace varios meses Gerardo Morales, sobre todo luego de que su gestión no diera abasto con la pandemia y el Estado nacional saliera a su rescate.

El dato relevante en cuanto a los chispazos de lucidez que demuestra la conducción partidaria radical aparece en la presentación oficial que hizo este lunes el nuevo presidente del comité bonaerense Abad: Cuando confirmó su victoria anunció la candidatura del neurólogo Facundo Manes. «Una carta a la que el macrismo nunca aprovechó», según dicen desde ese sector.

La premisa entonces en las dos vertientes principales del radicalismo dice que si hay acuerdo con el PRO esta vez la UCR tiene que tener un protagonismo real. La diferencia es que el sector alineado con Lousteau lo hace ejerciendo el juego de la política y el otro solo lo expresa públicamente.

Dentro del PRO confían en Negri como tabique de contención, pero todo indica que hoy es un tabique flojo al que no le alcanza con la victoria de su lista en Córdoba.

Romper desde adentro

La fortaleza de Lousteau en la ciudad quedó explícita en términos territoriales. Las dos listas principales mencionadas se quedaron con el control de 11 de las 15 comunas de la ciudad -7 con la lista de De Maya y 4 con la lista de Angelici-. Eso es clave porque ahora con ese resultado el radicalismo porteño votará y erigirá al nuevo presidente que remplazará a De Maya. Luego con esa lógica también participarán de la elección de las autoridades nacionales y sus convencionales que será en noviembre.

Cada comuna porteña eligió 9 convencionales que posteriormente entre la suma total de las 15 comunas van a elegir al presidente que quedará al frente del partido en la ciudad. Esos convencionales también son autoridades de representación nacional para cuando llegue noviembre.

La tercera lista que compitió en la ciudad y sacó solo el 10% de los votos «Radicales por Argentina» cuestionó esa decisión planteando que los convencionales nacionales por la ciudad debían elegirse el domingo, algo que no paso. En esa lista participaron candidatos como Jesús Rodríguez, Facundo Suárez Lastra, Ricardo Gil Lavedra, Luis Brandoni y el ex ministro y luego secretario de Salud de Macri, Adolfo Rubinstein.

El peso principal al armado de Lousteau se lo dan el histórico dirigente Enrique «Coti» Nosiglia y el diputado nacional con control sobre Franja Morada, Emiliano Yacobitti. A Angelici lo acompañan el legislador y ex ministro de Justicia Martín Ocampo y el ex defensor adjunto José Plamiotti. Angelici y Nosiglia están distanciados hace un tiempo, pero ambos apuestan por la figura del senador nacional.

El punto a observar luego del resultado porteño en lo que trascurra de aquí al cierre de listas en junio es el tandem Lousteau/Horacio Rodríguez Larreta que de a ratos juegan de socios y de a ratos se cuentan las costillas.

Sumando las tres elecciones radicales de las últimas semanas en total Lousteau superó por 15mil votos a los que hoy consideran que la prioridad sigue siendo estar lo más cerca que se pueda del PRO. Y desde su entorno se entusiasman y afirman: «nosotros no tenemos nada que ver ni con Bullrich, ni con Macri pero tampoco con los dirigentes de la UCR que no dijeron nada cuando quedamos relegados de la coalición y el ex presidente dejaba un 50% de pobreza. Tampoco jugamos a que Larreta sea candidato a presidente en 2023 y nosotros la cabeza en la ciudad porque eso no va a pasar. Ni Macri ni Larreta le quieren dejar nada servido a Martin».