Bandera negra

A la derrota electoral se le subió encima la presentación del presupuesto. Más allá de los números y las previsiones que contiene, el proyecto puso en juego los fundamentos del rumbo económico. 

El martes 14 el kirchnerismo pidió frenar el envío de la ley. La respuesta fue una cumbre Massa – Alberto. El miércoles a la mañana Guzmán lo ratificó sonriente y fuera de contexto, en la presentación del proyecto de ley de inversiones hidrocarburíferas. A los minutos, renunciaron todos.

La ley del proyecto de presupuesto nacional para el año 2022 es la hoja de ruta del gobierno. Su lectura transversal pone en evidencia la disputa interna que derivó en el rearmado del gabinete, lo que a su vez tiene tanto  que ver con la derrota.

La cuestión de las tarifas es una clave para la comprensión. El aumento previsto en la ley es del 30 por ciento. Es el mismo número que desató el fallido despido mediático de Federico Basualdo. Una operación de prensa junior que expuso al Ministro de economía. En ese momento Basualdo salió fortalecido.

Las tarifas forman parte de las políticas de ingresos. Este es un ítem que atraviesa a todos los ministerios. Incluye además asignaciones familiares, subsidios, transporte, gas y política alimentaria. Las políticas de ingresos son las políticas distributivas por excelencia.  Una lectura transversal sobre este renglón del excel da cuenta del manejo conceptual de la gestión. En el global pasa de ser del 3,2 por ciento este año para ser del 3 por ciento el año próximo. Jubilaciones y pensiones pasa del 9,8 al 8,8 por ciento. La garrafa social aumenta un 40 por ciento. A simple vista no parecen grandes movimientos, sin embargo en volumen es un montón de dinero. No obstante el dato nominal, la porción sobre el total de la torta, se achica.

La torta es el PBI, que este año creció cerca de un 8 por ciento. Sin embargo la pobreza asciende al 50% de la población.

“Ahí está lo heterogéneo de Kulfas y Guzmán. Kulfas te dice que él se ocupa de crecer, de distribuir que se encargue otro” afirma un funcionario kirchnerista.

El texto de la conocida como ley de leyes se desarrolla a partir de dos conceptos que defiende Guzmán públicamente: recuperación y sostenibilidad.

Así es como entra en tensión con el modelo económico que expresa el kirchnerismo, cuyo pilar para el crecimiento es priorizar la distribución.

“La subejecución de partidas presupuestarias afecta la distribución” explica la economista Nadia Schuffer. Mientras tanto desde el Palacio de Hacienda se exhibe como exitosa una caída de 6 puntos del gasto público como consecuencia de esto.

Puntualmente respecto a lo recaudado por el aporte solidario que recae solo sobre las grandes fortunas, al mes de agosto se había ejecutado el 35 por ciento.