El sábado pidió un dibujo

Cuando el sábado posterior a los cambios en el gabinete, mientras circulaba el dato que según se desprende del presupuesto el gobierno estima finalizar el año entrante con un nivel de reservas en banda negativa, se publicó el decreto de necesidad y urgencia para habilitar una maniobra contable respecto a los Derechos Especiales de Giro (DEG).

El decreto que lleva la firma de varios ministros salientes autoriza al tesoro, que posee los DEG, a darle al banco central bonos respaldados en esa moneda y a cambio de esos papeles la entidad bancaria provee los dólares para pagarle al fondo los vencimientos de este año.

El tesoro conserva los DEG, el central los papelitos. De esta manera, en las cuentas públicas, se contabilizan dos veces.

Los derechos especiales de giro es la moneda que emite el Fondo Monetario Internacional convertibles a dólares. El organismo decidió repartir entre sus socios una cuota atada a la participación de cada país. La Argentina recibió en Agosto el equivalente a 4300 millones de dólares.

En ese momento los senadores kirchneristas se pronunciaron respecto a la utilización de esos fondos para políticas paliativas ante la pandemia. Luego fue la propia vicepresidenta que expresó públicamente la necesidad de usarlos para pagar la deuda.

Lo que sucede es que según estima el presupuesto nacional para el año entrante, el saldo comercial va a arrojar un resultado más acotado. Esto es menos dólares genuinos.

A su vez el aumento del gasto previsto en infraestructura resulta fenomenal, de hecho se proyecta en niveles similares al 2015. Estas obras son grandes demandantes de dólares. Otro factor de mucho peso es el ritmo de la recuperación. Cuanto más rápido crece la economía más divisas necesita y a mayor velocidad. Y por último, contener la brecha, esto costó cerca de 900 millones en lo que va de septiembre.

Entonces, de cara a estas tres grandes fuentes demandantes de divisas que ejercen una fortísima presión sobre el nivel de reservas, la maniobra contable funciona como una herramienta más para dibujar el nivel de reservas y así contener las expectativas devaluatorias.

Un prespuesto está incluso antes del supuesto.

No hay cuenta que pueda estimar el nivel de reservas. Argentina depende del precio de los productos que exporta, los que en su mayoría se fijan en la bolsa de Chicago.
Además, el presupuesto no incluye un cálculo en este sentido.

Es por eso que el dato que circulaba sobre las reservas negativas, también son supuestos previos al supuesto. Aunque es cierto que la cuenta que se hace y el resultado al que se arriba surge de las estimaciones que se vuelcan en el texto de la ley. De esa manera alimenta las expectativas devaluatorias.

Es por eso, por tratarse de expectativas, la seguidilla de números da como conclusión que un dibujo lleva a otro dibujo al que se responde con un tercer dibujo.