Ya se sabía. Al margen de los resultados en las internas de las PASO que tuvo la principal oposición y más allá de lo que dejaron las generales, la carrera por la disputa de peso dentro de la coalición cambiemita empieza ahora con miras directas en el 2023.
Una vez más, el entramado completo y el juego de la UCR más la Coalición Cívica de Lilita Carrió aportaron al socio mayoritario del frente y a los herederos de Mauricio Macri en el PRO. A pesar de que el intento de los radicales en este año electoral fue el más contundente desde el 2015 para acá, la fortaleza continúa concentrada en un solo lugar.
En ese sentido, por lo bajo los armadores del partido amarillo no dejaron de mover piezas con vistas a las próximas presidenciales. Y mientras Facundo Manes en la recta final de la campaña abandonó por unos días el territorio bonaerense para salir a recorrer y a apoyar a los candidatos boina blanca de las provincias del litoral, la titular del PRO, Patricia Bullrich, hizo una recorrida por las provincias principales del norte argentino: Salta y Jujuy.
Esto tuvo una clara intención de colarse en la interna radical. Allí Bullrich se reunió con el gobernador de origen radical, Gerardo Morales, y en declaraciones públicas en esa provincia afirmó que lo ve como un futuro candidato a presidente dentro de JxC.
Esto puso en alerta a un sector de la UCR, principalmente de la provincia de Buenos Aires comandada por el diputado distrital, Maximiliano Abad. Según venimos contando en Realidad en Aumento el entusiasmo del sector mayoritario del partido centenario esta puesto en estos tiempos en la figura de Facundo Manes a quien después del desempeño positivo en las PASO, contemplando su poco recorrido político, genera expectativas de crecimiento de cara al 2023.
Eso despierta matices con su padrino principal, Martin Lousteau, que también quiere emprender esa carrera presidencial.
Además, preocupa a los correligionarios que hoy son parte de la Cámara de diputados de la Nación el rol de Macri de las últimas semanas. El ex presidente hizo pública su intención de generar un acercamiento político y legislativo con los liberales que entraron al recinto: José Luis Espert y Javier Milei. Este segundo que ya en la previa a las PASO había reconocido públicamente junto con la titular del PRO, Bullrich, su empatía mutua.
Desde un sector de la UCR le hacen la vista gorda a este tema y no profundizan al respecto, pero desde el sector bonaerense de esa fuerza expresan la preocupación «de tener que conversar con un espacio con el cual las ideas de fondo y la mirada sobre la realidad del país son muy diferentes».
También se habla de un engaño al electorado. Que Espert y Milei se muestren como lo distinto y sumen voluntades con esa propuesta y de golpe todo indique que puede haber una sociedad en el legislativo después de diciembre despierta atención tanto en el oficialismo como en los sectores más «institucionalistas» de la principal oposición.
La lectura que se hace desde el entorno de los candidatos del PRO, Vidal y Santilli, es que hay que escuchar a la ciudadanía y lo que expresa cuando pone su expectativa en las figuras liberales. Que es lo que pide ahí la sociedad es la pregunta que se hacen y de alguna manera así intentan argumentar ese gesto de Macri en los últimos días.
El otro radical que postula intenciones presidenciales para el 2023 es el titular de su partido en términos nacionales, Alfredo Cornejo, que deja correr desde su entorno esa búsqueda pero que también en declaraciones públicas revela buen diálogo con todos los sectores de su partido y entra dentro de los entusiastas con la figura del neurólogo devenido en político.
Incluso los radicales bonaerenses que cuestionaron el desembarco de Manes como candidato, luego de los resultados de las PASO y de la relevancia que tomo su nombre en poco tiempo, optaron por el acuerdo de paz y «esperar» a ver si efectivamente es quien puede hacer síntesis entre todos los sectores para que la UCR garantice una alternativa fuerte para disputar dentro de la interna de Juntos por el Cambio en el 2023.
Quien sabe que tendrá mucho trabajo por delante es el jefe de gobierno porteño que quiere ser el próximo presidente de la nación pero que sabe que si no acomoda las voluntades que responden al espacio de Carrió y a todos los sectores radicales esa aventura se puede complicar. Desde su entorno ya empezaron a filtrar la idea de que incorporar un compañero de fórmula de la UCR para su boleta a presidente pueda ser el acuerdo superador.
Lo último que preocupa a Larreta es el rol que tendrá en los próximos años el ex presidente Macri luego de dejar en evidencia que cuando hubo que emprender el armado de sociedades para las listas electorales de este año, «las zancadillas de Mauricio se hicieron sentir y hubo que hacer mucho trabajo para contener el equilibrio».