El agobio se apodera del espÃritu militante que nutrió al Frente de Todos, mientras la interna de la coalición oficial deja al desnudo el simulado estoicismo del presidente Alberto Fernández frente al furor de las crÃticas que despacha la vicepresidenta Cristina Kirchner a través de sus emisarios. El miedo a la derrota empuja a gobernadores, sindicalistas y dirigentes de las distintas tribus peronistas al diseño de constelaciones más o menos nobles pero a menudo tenues bajo la órbita del calendario 2023. Los agujeros negros que deja el gobierno se llenan con la angustia que vende el mercado sin que el gabinete económico armonice las variables ni el campo popular detenga el drenaje de la representación hacia los commodities de la resignación.