Mientras la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, presenta denuncias «flojas de papeles»-como dicen algunos dirigentes de Juntos por el Cambio- contra la gestión nacional por las vacunas de Pfizer, Lilita Carrió, mueve la estrategia electoral de ese sector a paso firme desde hace algunas semanas.
Con esto no decimos que las denuncias y declaraciones de la ex ministra de Seguridad de Macri no estén jugando también su estrategia, sino que, por estos días, quien hace acuerdos, zooms, reuniones y comidas en su chacra de Exaltación de la Cruz, donde está instalada hace 5 años, es Carrió.
La fisura expuesta en la principal oposición está marcada y es pública. En la última semana la titular de la Coalición Cívica dejo declaraciones que la despegan de la lógica «radicalizada» de su espacio político.
“No me inscribo con las críticas de Patricia Bullrich y, a veces, de Macri. Estoy sosteniendo todo lo que hace el gobierno de la Ciudad, estoy callada frente a la falta de vacunas que tiene el Gobierno. No sé qué más hacer para contribuir a la no violencia”, afirmó primero en comunicación con TN Central este martes. Y al otro día dijo en La Nación+ que «no volvería a apoyar a Macri» y que «hay que dejar lugar a las nuevas generaciones».
Todo esto da el puntapié inicial para hablar de cómo está la interna de JxC al día de hoy y del trabajo que Lilita, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli están haciendo para quedarse con la conducción simbólica de la oposición. Y que como dicen algunos socios de ese espacio, el objetivo es «quitarle la pelota del pie a Macri y a Bullrich, porque si no, se puede complicar el resultado electoral».
«Somos un equipo y además de Vidal, Santilli y Larreta también está trabajando con nosotros Mario Negri. Somos los que vemos que hay que jugar a la política moderada en esta situación de crisis en el país. Y hacer presentaciones judiciales, si aplican, con documentos y pruebas como hizo siempre Carrió. Ella repite que siempre fue con pruebas a los tribunales», le dijeron a Realidad en Aumento desde la mesa chica de la Coalición Cívica.
La idea que se deja entrever y el rumor que se instala por estas horas es un posible acuerdo y promover que Santilli y Carrió sean quienes encabecen la lista de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires. Aparentemente la titular de la CC está entusiasmada con esa idea y con que Vidal compita en CABA. Desde el entorno de la ex gobernadora le dicen a este medio que «no está confirmado, pero es una de las posibilidades. Se está tomando su tiempo para pensarlo».
Tiempo que desde el espacio de Carrió le respetan cuando afirman que «es una dirigente importante y puede tomarse todo el tiempo que necesite para decidir cómo y dónde va a competir». El mismo tiempo que Bullrich le niega cuando en declaraciones públicas afirma que un «partido no puede esperar a un dirigente. Vidal tiene que decidir».
Desde Casa Rosada miran con atención los movimientos de Lilita. Aparte de la marcada de cancha al ala dura de Juntos por el Cambio, como venimos contando, el espacio de la ex diputada, también empuja la postulación de Daniel Rafecas como Procurador general de la nación. El candidato del presidente Alberto Fernández.
Desde el entorno de la ex gobernadora le dicen a REA que ya manejan algunas encuestas y que, si hoy hubiese PASO en CABA entre Bullrich y Vidal, «la leona» sacaría entre 15 y 18% más de los votos. No afirman nada, pero revelan estos datos.
Para esta estrategia la titular de la CC puso a disposición su Instituto Hanna Arendt donde se darán una serie de charlas en conjunto primero con Santilli exponiendo la lógica de la seguridad en la ciudad y luego con Vidal con un curso online de “Formación teórica y práctica de la acción política».
La pata radical
El otro capítulo que se abrió esta semana dentro de la interna opositora tiene que ver con el partido centenario. Principalmente en territorio bonaerense donde la UCR aun preserva cierto poder territorial con más de 40 intendentes y con algunos diputados nacionales de cierto peso propio.
Uno de esos ejemplos es el de la diputada provincial Alejandra Lorden, que en diferentes declaraciones mediáticas se ocupó de instalar la idea de que el rol de los radicales en las listas de JxC aún no está claro y que si esto continúa así tendrán que “ir a unas PASO” con su “propio sello partidario».
En el tándem Carrió/Vidal esto tiene dos lecturas. Desde el sector de Lilita le trasmitieron a este cronista que es evidente el enojo de la UCR luego de la experiencia de los cuatro años de gestión del macrismo donde no tuvieron participación real y en el armado actual por ser los últimos consultados. Allí afirman el buen dialogo de la ex diputada con la UCR y su buena sintonía con Daniel Salvador y Maximiliano Abad, el diputado provincial, que responde al ex vicegobernador y que asumió este jueves la presidencia del comité provincial del partido.
Sin embargo, desde el entorno de Vidal le dijeron a Realidad en Aumento que no ven “ningún enojo por parte de los radicales bonaerenses. En todo caso que planteen jugar unas PASO es totalmente normal en esta instancia». Lo que no responden desde este sector es qué espacio real se les piensa dar en un futuro armado. Pero vale recordar la excelente sintonía que sigue habiendo entre la ex formula gobernante: Vidal/Salvador.
Desde el sector lilito apuestan a que Mario Negri cumpla un rol clave para apaciguar esos roces. De quienes no hay respuesta por estas horas y mantienen el silencio ante cualquier consulta es del sector radical de Evolución que responde al senador Martín Lousteau. Por ahora observan y saben que su apuesta fuerte es en CABA pero no desatienden su contienda bonaerense luego de que su candidato por el comité UCR provincial, Gustavo Posse, obtuviera un resultado cercano en votos a Abad. Allí les quedó un terreno fértil de sociedades para explorar en estas elecciones de medio término.
«Nosotros tenemos como premisa contener la unidad. Esa es nuestra tarea en este momento», revelan los lilitos. Algo que les reconocen los armadores de Vidal.
Y desde el entorno de la ex diputada, casi como para reconfirmar su despegue del ala dura, hacen un guiño al oficialismo y rematan «el gobierno tiene que profundizar la transparencia en la gestión de la pandemia, no por JxC sino por la tranquilidad del conjunto de la sociedad. No es momento de radicalizar y jugar al cuanto peor mejor».