YPF despluma a un buitre

El fondo Burford es el único litigante legal contra YPF en una demanda millonaria. Litigante legal, porque se hizo de los derechos de juicio. De hecho es la particularidad del fondo comprar el litigio a actores que se declaran en bancarrota. El derecho a litigar contra YPF fue adquirido por Burford, que pagó por ellos a la familia Eskenazi, propietaria del Grupo Petersen, socia minoritaria de la compañía al momento de la estatización. La demanda se basa en reclamar el monto indemnizatorio que se le dio a Repsol, 9 mil millones de dólares, lo que es entendido por la Argentina como irrisorio, ya que los Eskenazi se hicieron de la empresa sin poner un peso.

En este momento Burford reclama varios miles de millones de dólares según su cálculo de costos e intereses. Este juicio transcurre en el segundo circuito de Nueva York bajo la órbita de la jueza Loretta Preska sucesora del fallecido Thomas Griesa, quien llevó adelante el juicio del siglo, la causa de los fondos buitres contra la Argentina. Por eso la imagen del plato frío, una revancha.

Hasta hace unos días una posible sociedad entre Burford y los Eskenazi era apenas una sospecha. De comprobarse el hecho, la causa se volvería fraudulenta provocando la caída y el cierre del litigio dada la figura jurídica de “simulación de derechos” de lo que resulta un doble litigio por parte de los Eskenazi en torno a un reclamo ya cubierto.

Es por eso que los hermanos Eskenazi fueron citados por Preska. El convite fue rechazado en tres oportunidades, pero la cuarta resultó la vencida.

Matias y Sebastian Eskenazi declararon el pasado 12 de agosto.
«El Grupo Petersen es totalmente ajeno a cualquier demanda contra YPF y/o el Estado Nacional en la Argentina o en el exterior. No inició el juicio ni tampoco le vendió los derechos al fondo Burford, con el que el Grupo Petersen no tiene ninguna relación, ni comercial ni de ningún otro tipo» afirmaron desde la familia.

Sin embargo para la jueza Preska, «los Eskenazi han consultado con Burford sobre las estrategias de litigio en este caso y se encontraron en múltiples ocasiones con representantes de Burford para hacerlo».

Si bien la declaración es confidencial hasta la próxima audiencia fechada para el 27 de agosto, una fuente que sigue el caso desde los Estados Unidos, afirmó ante Realidad en Aumento que “en el escritorio de la jueza están las pruebas que confirman la sociedad entre Burford y los Eskenazi”.

Burford quedó expuesto al mostrar que su porción correspondía al 70 por ciento del resultante del juicio, pero nada pudo decir sobre quién percibe el 30 por ciento restante. Esto fue lo que llamó la atención del Gobierno Nacional que a través del Procurador del Tesoro, Carlos Zannini, pidió aclarar quién es la otra parte involucrada en el juicio. La jueza hizo lugar al pedido argentino.

Dato no menor es la breve historia del fondo Burford. Nació en 2009 en un paraíso fiscal, Guersney una isla del Canal de la Macha.

A diferencia de un buitre tradicional, no compra deuda de países en cesación de pagos, sino que compra derechos a litigar, le compra el juicio a una empresa que se declara en bancarrota.

El caso de YPF es el activo principal de su cartera. Si pierde el juicio, el Burford desaparece.

Como el grupo Petersen, que luego de la expropiación presentó la quiebra en los tribunales de España.

“El tema no nos preocupa, el tema nos ocupa”, afirmo Santiago Carreras Gerente de relaciones institucionales y asuntos públicos de la compañía, ante una pregunta del periodista Pablo Dipierri en el programa Pasajera en Trance que se emite los domingos por la AM750.

Tiene lógica, esta demanda implica el monto más alto de los juicios que mantiene el país en los tribunales del mundo.