La figura de Alberto Fernández y el gobierno del Frente de Todos cotizan al alza en el concierto global, más allá de las tensiones internas de la coalición oficialista y el sistemático asedio de los grupos económicos para debilitarlos y condicionarlos. La hoja de ruta en la interminable negociación con el FMI y el recelo norteamericano ante las buenas migas con China.