El Presidente de la Nación instruyó a la ministra Sabina Frederic a que trabaje en línea directa con los jefes comunales del conurbano. Las declaraciones públicas de Berni, posteriores a la resolución del «Caso M», se tomaron como un desafío a la autoridad presidencial. Los intendentes cuestionan que los recursos que Nación baja desde junio del año pasado para sus distritos pasan primero por el ministerio provincial y eso no les resuelve los problemas de seguridad ni colabora a prevenir el delito.
La pandemia volvió a tomar la agenda y otra vez los títulos giran en torno a su avance y control. Pero hay dos tópicos muy vinculados a las debilidades que emergen con toda crudeza a partir de la crisis sanitaria que no pierden lugar: La economía y la seguridad, que, parece ser el gran desafío de todas las gestiones donde se muestran todas las tensiones y los distintos modos de ver la realidad y sus posibles soluciones.
Esa tensión expresa dos maneras de encarar las problemáticas que son encabezadas ni más ni menos que por la ministra a nivel nacional, Sabina Frederic, y por el ministro del distrito más habitado del país, Sergio Berni.
Todo lo que ya se sabía en cuanto a diferencias entre la Ministra y el Ministro venía controlado por ambos ejecutivos y por el concepto de la unidad y el trabajo en tándem, pero eso parece haber quedado resquebrajado luego del operativo que logró la aparición de la «niña M», donde vimos el despliegue del ministro provincial en moto y helicóptero marcando la agenda por 24 horas y que terminó con una conferencia de prensa donde expresó de manera pública sus diferencias con la gestión de la seguridad de la Nación.
Todo esto fue dicho en conjunto con el vicejefe y titular del área de seguridad de CABA, Diego Santilli. Esa foto molestó mucho en Casa Rosada. Según pudo saber Realidad en Aumento fue el Presidente el que cuestionó la manera de manejar el desenlace del caso por parte de Berni.
La novedad que surgió en torno a esto el jueves pasado fue que se filtró la información de que el propio Alberto Fernández le dio instrucciones a la ministra Frederic de que comience una serie de encuentros con los intendentes de la provincia de Buenos Aires. Principalmente con los del oficialismo de la primera y tercera sección electoral. Las dos de mayor volumen de habitantes en el territorio bonaerense.
La primera que tuvo lugar el último viernes se hizo pública y se difundió con foto y todo. Allí estuvieron junto con la ministra nacional los jefes comunales Leo Nardini (Malvinas Argentinas), Gustavo Menéndez (Merlo), Fernando Espinoza (La Matanza) y Juan Zabaleta (Hurlingham).
Luego hubo varias reuniones que no se difundieron durante todo el fin de semana y finalmente este lunes hubo otra reunión que se hizo pública de la cual participaron Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Mariano Cascallares (Almirante. Brown), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Andres Watson (Florencio Varela), Gastón Granados (Ezeiza) y Magdalena Sierra, jefa de Gabinete de Avellaneda.
Un grupo nutrido de intendentes del conurbano cuestionan la gestión que hizo Berni en los últimos meses de pandemia. La crítica que se escucha afirma que «Nación puso a disposición recursos para los municipios que iban a llegar de manera directa y eso hoy lo concentra y distribuye el ministerio de Seguridad de la provincia». Cuando comenzó el trabajo de contención de la crisis sanitaria Nación puso a disposición entre policía federal y gendarmería a 4 mil efectivos.
Luego de un acuerdo entre Berni, Frederic y Kicillof esos agentes quedaron a disposición de la provincia para atender el pedido del ministro provincial de poder contar con libertad sobre esos recursos y gestionarlos con celeridad. En un principio funcionó, pero después los intendentes comenzaron a notar desinteligencias y a ver efectivos federales donde no los necesitaban. Golpearon la puerta del ministerio provincial pero no los escucharon y ahora el tema saltó. Dicen que desde la cartera nacional, más allá de las últimas reuniones, los escuchan y les dan respuestas. Por eso ahora la coordinación es directa entre la gestión nacional y los municipios.
Según le dijo un intendente de la primera sección con buen diálogo con el Presidente a este medio «el desafío del ministro a Frederic y la agresión que el mismo difundió al secretario de Seguridad de la nación, Eduardo Villalba, se tomó como un desafío a la autoridad presidencial». A eso se suma que antes de que arranquen las reuniones de Frederic con los intendentes se conoció el planteo que le hizo la ministra a Fernández: «la violencia es un límite».
El lunes hubo un dato llamativo. El gobernador Axel Kicillof entregó móviles de la policía bonaerense en Berazategui junto al intendente Juan José Mussi y Berni no estuvo. Según la agenda pública del ministro no hubo ningún otro acto de gestión u operativo más importante que lo haya podido convocar.
Ante la consulta de este medio al entorno de Frederic sobre cuáles son las diferencias de lógica que hay con el Ministro provincial en cuanto al abordaje de la seguridad, la respuesta fue contundente: «La lógica de Berni no funciona».
Desde el ministerio nacional, según le dijeron a este medio, están convencidos de que quienes más pueden ayudar a combatir el delito son los propios intendentes, que tienen el mapa de los conflictos y las zonas «calientes» en la cabeza.
Siempre que surge la especulación sobre cuál es «la banca» que tiene Berni se habla de la propia Vicepresidenta de la nación y del sector más cercano a Cristina Fernández. Pero hay otro dato a observar: El lunes Frederic estuvo en Quilmes, distrito que gestiona la dirigente de La Cámpora Mayra Mendoza, para inaugurar las instalaciones de la División antidrogas de la PFA para el conurbano sur. Pero allí también se hizo presente la diputada nacional de misma terminal política, Paula Penacca, que si bien es la titular de la Comisión de Seguridad Interior en Diputados podría no haber estado y desde varios sectores, incluido el ministerio nacional, lo tomaron como un gesto político.
Hoy, en el conurbano, corren dos versiones sobre la figura del ministro bonaerense: algunos se animan a decir que los intendentes no lo quieren más en ese rol y que todo es desilusión por lo que se hizo desde el anuncio del plan integral de seguridad para la provincia en septiembre del año pasado; otros creen que en este momento los perfiles de Frederic y Berni son necesarios, siempre y cuando el segundo se deje coordinar en la utilización de los recursos de Nación y atienda las necesidades de los municipios.
Mal con los propios pero bien con los adversarios
En los distritos del conurbano gestionados por hombres de Juntos por el Cambio llama la atención las respuestas sobre la figura del ministro provincial. «Nosotros tenemos buen diálogo e ida y vuelta. Por más que no compartimos todas las acciones se nos responde con efectividad. Creemos que la resolución del Caso M muestra que si alguien como él está encima del tema las cosas se resuelven». Todas cosas que no se les escucha decir a ningún jefe comunal del oficialismo. Y que consultados hasta vinculan los parecidos del uso del «marketing político» que utilizan propios y ajenos.