De frente el establishment

Semana gélida. Ese fue el adjetivo que eligió el ministro de economía Martín Guzmán para definir el clima del encuentro con el círculo rojo en los jardines del hotel Four Seasons, en el marco del encuentro del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp).

Horas antes en el Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), otro amplificador de los intereses de esa clase, economistas de distintas escuelas se pronunciaron en modo cuasi terrorista.

Ricardo Arriazu, quien en su vasto curriculum acredita haber representado a la Argentina y otros países latinoamericanos en el Directorio del Fondo Monetario Internacional, exigió con suma urgencia una reforma laboral y tributaria. No obstante lo extremo del planteo, lo que llamó la atención es que tanto Martín Tetaz, economista mediático con potencial de ministro de un gobierno neoliberal y Emanuel Alvarez Agis, ex viceministro de economía de Axel Kicillof, pronosticaron la intensificación de las presiones devaluatorias.

Durante esa jornada el dólar ilegal marcó una suba de tres pesos, tocando el máximo del año.

Guzmán, en el encuentro del Cicyp, se refirió al tipo de cambio y dijo: «Hay condiciones que generaban alertas y hoy no lo son. En octubre de 2020 la brecha llegó al 150 por ciento. Se alertaba por una devaluación que nosotros decíamos que no íbamos a hacer porque teníamos las condiciones e instrumentos para evitarlas. Hubo una reducción de 60 y 90 puntos porcentuales de la brecha cambiaria y el Banco Central fue acumulando reservas».

El ministro estaba a la intemperie sentado al lado de Daniel Funes de Rioja, titular del Consejo pero también flamante presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y número uno de la COPAL, cámara que agrupa a las alimenticias. Sector que, según el gobierno, motorizan el aumento de precios.

«Atacar la inflación con política monetaria no conduce a ningún lado», aseguró Guzmán, que consideró que se necesita un enfoque integral donde los empresarios tienen que «cooperar para definir anclas y expectativas».

Momentos después se dio a conocer el índice de precios para el mes de mayo: el IPC arrojó un 3,3 por ciento. Así se desaceleró respecto de abril, donde fue del 4,1 por ciento. Se trata del menor aumento mensual en lo que va de 2021.

Alimentos dio un respiro 3,1 por ciento. Los mayores incrementos por sectores fueron transporte con el 6 por ciento y salud con el 4,8 por ciento.

Un par de días antes, al comenzar la semana, el Ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, en un zoom con la cúpula de la entidad fabril, increpó a Funes de Rioja: “empezamos muy mal y no entiendo por qué”. Ambos ministros repasaron la extensa lista de ayudas, manos y sogas tendidas desde el Estado. Hubo careos consecutivos del referente empresarial con funcionarios nacionales tras una asunción turbulenta, después de los cuestionamientos que había recibido de parte de José Ignacio De Mendiguren en las elecciones.

Funes de Rioja es hombre de Techint. Responde a Paolo Rocca. Como sea, el abogado laboralista colmó de elogios a Guzmán al presentarlo por su «trayectoria verdaderamente notable desde el punto de vista académico y sus antecedentes internacionales».

Además del anfitrión del encuentro bajo modalidad mixta estuvieron presentes Javier Bolzico de Adeba, Adelmo Gabbi de la Bolsa de Comercio, Mario Grinman por la Cámara de Comercio, Iván Szezech de Construcción y Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural, entre otros. El frío se atacó con calentadores de exterior y empanadas.

Cuando se abrió el espacio para las preguntas, no sorprendió el pataleo por presión impositiva.

«El gobierno anterior llevó a cabo una política de reducción de impuestos y achicamiento del Estado con la idea de que iba a generar un sendero virtuoso de crecimiento y no pasó. La realidad es que no pasa nunca» respondió Guzmán.

El gobierno nacional sale con impronta como para marcar la cancha. Cuando el establishment viene de frente, se esfuerza para que suene a reto lo que tiene sentido de súplica.