Bajo la sombra de la injerencia norteamericana, las clases dominantes de Latinoamérica interpretan con mayor o menor coordinación los papeles escritos en Estados Unidos para el calendario electoral de la región. Frente al asedio de una derecha inescrupulosa que denuncia fraude o populismo como si fueran lo mismo, las experiencias polÃticas plebeyas persisten con la siembra de serenidad y preservación de las instituciones democráticas como reservorio de las garantÃas constitucionales que no siempre realizaron sus promesas.
Otro hierro caliente
La condena diplomática promovida por la OEA contra el gobierno de Nicaragua es el nuevo capÃtulo de la injerencia norteamericana sobre los paÃses que desobedecen, aun minados de contradicciones y polÃticas económicas erráticas, los dictados del neoliberalismo. Detenciones de opositores, scrum entre los medios de comunicación y las fundaciones financiadas por la CIA y el eco de la derecha continental desparraman sus fichas sobre el tablero del debate público, ante la coordinación geopolÃtica de México y Argentina para que no se pudra todo en el patio trasero.