El Fondo Monetario Internacional pretende pisar el potencial crecimiento de la Argentina para garantizar que los dólares vayan a manos de los acreedores privados.
Eran tres alpinos que traían un acuerdo
El gobierno nacional sintetizó objetivos para dar luz verde a las exigencias del Fondo.
Bandera negra
A la derrota electoral se le subió encima la presentación del presupuesto. Más allá de los números y las previsiones que contiene, el proyecto puso en juego los fundamentos del rumbo económico.
El sábado pidió un dibujo
Los números del presupuesto alentaron expectativas devaluatorias más allá del valor del dólar. Así se explica la publicación de un decreto de necesidad y urgencia firmado por ministros que ya habían renunciado al momento de dar a conocer la medida.
El mercado siempre queda
Realidad en Aumento en un mano a mano con un lobo de Wall Street.
El acuerdo es político
El pacto con el FMI está apalabrado. Entre algunos detalles queda resolver el momento propicio para anunciarlo. En esa definición se juega quién se cuelga los laureles y quién asume los costos.
La rosca por el petróleo y los dólares
El lobby de las petroleras, el interés del FMI y la sombra de Black Rock tras el proyecto para una futura ley de promoción de hidrocarburos.
Impuesto Planetario
EL G20 aprobó el primer impuesto global de la historia. Se trata del 15 por ciento sobre las ganancias de las grandes corporaciones transnacionales. El respaldo para el mecanismo de fiscalidad fue consensuado por 131 países y jurisdicciones de los 139 que forman parte del llamado marco inclusivo de la OCDE.
De frente el establishment
Semana gélida. Ese fue el adjetivo que eligió el ministro de economía Martín Guzmán para definir el clima del encuentro con el círculo rojo en los jardines del hotel Four Seasons, en el marco del encuentro del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp).
La leyenda del empresariado sin cabeza
Aunque las corporaciones empresarias tienen más reflejos –o más recursos- que los sectores populares para situarse en un solo punto de acumulación y hacer palanca cuando se encapota el cielo, padecen el mismo malestar que el resto de los actores sociales ante su propia fragmentación. En la dispersión, pequeños grupos con alta capacidad de incidencia pública intentan erigirse como la conducción política del poder económico y otean el horizonte más allá de las elecciones de medio término. Sin embargo, el Gobierno no renuncia a sus artes y porfía con la idea de ofrecerles sillas en la mesa de la discusión de un proyecto de país.